CONTRA LA DICTADURA DE COCO CHANEL



MUJERES ROTUNDAS SIN COMPLEJOS

Gabriel Bonheur (1883-1971), más conocida como Coco Chanel, es una de las principales responsables de la inversión estética en lo que concierne al arquetipo de belleza femenina. Chanel propuso la mujer escuálida, sin pechos, camuflando las sinuosidades femeninas bajo ropa ancha y masculinizada, el peinado a la garçonne, el resultado era una virago, preconizada como la mujer moderna y liberada del patriarcado. Coco Chanel era drogadicta y lesbiana; y bajo la férula del más que discutible canon de belleza femenina, troquelado por Coco Chanel, ha estado buena parte de la sociedad occidental.

 

La aceptación del prototipo de "Mujer Chanel" a través de los medios de comunicación de masas ha tenido a veces nefastas repercusiones, sobre todo en la adolescencia. Es el drama vivido por tantas adolescentes que dejan de nutrirse deliberadamente por la falsa percepción que de sí mismas tienen frente al espejo. En los últimos 50 años los estudios confirman que en todo el mundo la anorexia ha ido en aumento, convirtiéndose los llamados Trastornos de la Conducta Alimentaria en una de las principales causas de muerte entre adolescentes. En España la anorexia se sitúa en torno al 0'3% de la población femenina de entre 12 a 21 años.

 

Es digno de apreciar que la tendencia está variando y más todavía cabe esperar de una oposición frontal a la "mujer Chanel". La mujer clásica vuelve por sus fueros, vuelven las tallas grandes, se abren tiendas de ropa que atienden esta demanda, incluso se celebran concursos de belleza en cuyas pasarelas se contonean mujeres de caderas anchas y rotundos volúmenes. La exuberancia femenina que por naturaleza atrae al varón con fines preponderantemente reproductivos recobra el terreno perdido y la femineidad que había proscrito la dictadura de Coco Chanel retorna a su visibilización. Es la hora de ganarle la batalla a la dictadura anti-natural de Chanel y sus secuaces.

Un fotógrafo ruso, Beliy Den, ha dicho recientemente: "Las modelos de tallas grandes pueden crear una imagen realmente singular; ellas inspiran cierto instinto ancestral, mientras que las delgadas despiertan más bien un deseo de alimentarlas” (Modelos de tallas grandes en la industria de la moda rusa )
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Ésta es una de las tendencias más importantes en las que hay que vencer a los enemigos de la naturaleza, esos mismos que quieren degenerar el instinto ancestral, imponiendo la ambigüedad, alimentando así la ficción que segrega su perniciosa "ideología de género".