Tendremos ocasión de ver, en este nuevo capítulo de los avances estratégicos de la "ideología de género", su versión arqueológica. La "ideología de género", como toda ideología, pugna por justificarse. En su caso trata de descubrir en el más remoto pasado el origen de la opresión masculina sobre la mujer ancestral. En una línea muy similar a la que algunos nazis realizaron bajo la dirección del esoterista ariósofo el Reichsführer SS Heinrich Himmler, las fémino-socialistas emprenden expediciones a la búsqueda de la Mujer Ancestral Oprimida y Explotada por el macho supremacista.
¿Y si no existió esta Antepasada?
Pues, no se preocupe nadie: ¡¡¡Se la inventarán!!!
¿Casualidades? ¿Parecido de familia?
Veamos este nuevo episodio de la Ideología de Género aplicada a la Arqueología Prehistórica... Por algo son progresistas.
¿Y si no existió esta Antepasada?
Pues, no se preocupe nadie: ¡¡¡Se la inventarán!!!
¿Casualidades? ¿Parecido de familia?
Veamos este nuevo episodio de la Ideología de Género aplicada a la Arqueología Prehistórica... Por algo son progresistas.
Manuel Fernández Espinosa
Claro que sí. La "ideología de género" ha estado sigilosamente creciendo como un cáncer. Los ambientes universitarios -ciertas facultades, se entiende- se han impregnado de esta desquiciante interpretación, hasta el punto de aflorar en los libros, afirmándose acríticamente, como si de un dogma se tratara. Veamos un caso.
Se trata de un libro presuntamente científico, cuyo título es "De los campamentos nómadas a las aldeas campesinas. La provincia de Jaén en la Prehistoria". Su autor es arqueólogo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía desde 1992. El libro fue publicado por la Universidad de Jaén en 2006. Narciso Zafra de la Torre dice así:
"La posibilidad de heredar la tierra dentro de la unidad económica supone un gran cambio en el papel de la mujer. Si hasta entonces había circulado entre las unidades domésticas del grupo como un factor de cohesión, a partir de ese momento, su participación en la herencia de la tierra podría disolver la casa campesina. De manera que las nuevas reglas y estrategias de enlace y los mecanismos de sucesión y herencia surgen para defender la casa y asegurar su pervivencia. Para lograrlo se despojó a la mujer de sus derechos, como miembro de la familia asignándola a la casa como parte de la misma." (op. cit., pág. 178.)
Pero, hay más:
"Este nuevo rol de la mujer forma parte de un nuevo modelo social: el patriarcal, donde la unidad doméstica pasa a ser la casa del padre. En él el hombre desempeña también un papel orientado a la defensa de la casa: el del guerrero. La producción agraria, el comercio y todas las relaciones políticas pasan a manos masculinas, dejando a la mujer relegada al ámbito doméstico, comienza así lo que Almudena Hernando llama "proceso de individualización masculina y de ocultación social de la mujer". Según el antropólogo Claude Meillassoux en este tipo de sociedades el poder "reposa sobre el control de los medios de la reproducción humana: subsistencia y esposas"." (op. cit., pág. 179.)
La negrita es nuestra.
¿Quién es Doña Almudena Hernando Gonzalo? Quisimos saberlo. Doña Almudena Hernando es arqueóloga, profesora de Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Sabemos que sus estudios la condujeron a Guatemala, donde estuvo allá por los años 1994-1995, y a otras partes del planeta. El propósito de sus expediciones era el estudio del paso de las sociedades cazadoras-recolectoras a las de asentamiento agrícola, entre tribus aborígenes. A estos trabajos de campo -entre la arqueología y la antropología- hay que sumarles muchos otros más.
En marzo de 2005 participó, invitada por la Universidad de Granada, a un maratón de conferencias que organizó el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada con el Instituto Universitario de Estudios de la Mujer de la misma universidad. Figuraban, como principales entidades colaboradoras, el Instituto de la Mujer (del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales), el Instituto Andaluz de la Mujer (de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía) y la Facultad de Filosofía y Letras.
El tema del que versó la conferencia de Almudena Hernando fue "¿Por qué el poder parece cosa de hombres? Una hipótesis sobre la relación de las mujeres y el poder en la prehistoria". Como puede deducirse, las hipótesis es la declarada en el libro que al principio referíamos, el de Zafra de la Torre. Lo repetiremos:
"La producción agraria, el comercio y todas las relaciones políticas pasan a manos masculinas, dejando a la mujer relegada al ámbito doméstico, comienza así lo que Almudena Hernando llama "proceso de individualización masculina y de ocultación social de la mujer"."
Como puede comprobarse, las hipótesis de trabajo de la arqueología se hacen ahora en clave de "ideología de género", para tratar de demostrar -a través de la "fabulación"- el proceso por el cual, en un tiempo remoto (nada más y nada menos que la prehistoria), presumiblemente el hombre redujo a la mujer al ámbito doméstico (privado), ocupando el hombre el ámbito público (la política).
La mayor parte de actividades docentes, como las de estudio y trabajo de campo, de Doña Almudena Hernando Gonzalo están dedicadas a la misma línea de investigación. Por ejemplo, impartiendo Seminarios de Postgrado cuyo título es toda una declaración: "Arqueología, Identidad y Género".
Las tesis prehistóricas se tiñen así de ideología que no puede ser, bajo ningún concepto, en manos de estos "arqueólogos" una ciencia teórica. Pues, como bien postuló Marx, ha llegado el momento de pasar de la teoría a la praxis. Marxismo de enésima generación, pero en estado puro, aplicado a las ciencias arqueológicas.
Lo que llama la atención de todo esto es el desembolso económico -¿ningún periodista se anima a investigar este tema?, ¿no hay auditorías para controlar el dinero que se gastan nuestros políticos en estas pamplinas ideologizadas mientras nuestro patrimonio artístico se arruina?. Los gastos que comportan este tipo de actividades a las arcas públicas están por esclarecer. Que se pongan las cuentas claras, por favor, y que se argumente si tan esencial es para el futuro de España que se gaste del tesoro público un ochavo en estas bagatelas fémino-socialistas. Estos intelectuales universitarios nos podrían explicar qué es lo que nos va en sus patrañas, qué tiene que ver el dinero del contribuyente con la ingeniería social que están diseñando de espaldas a todos.
Nosotros, aquí, metemos el hurón en la madriguera... Y que otros más listos y con más tiempo y dedicación saquen la pieza. No es descabellado, por otra parte, conjeturar que la preparación y realización de expediciones etno-arqueológicas a países tan remotos, como Guatemala o Tailandia, donde también ha trabajado Doña Almudena Hernando, no tiene que ser algo barato. ¿Y cuántas serán las Jornadas, los Congresos, los Simposios, los Seminarios que, bajo la etiqueta "Arqueología y Género", se organizan en las universidades españolas? ¿A cuánto ascenderá el costo económico de estas actividades universitarias?
Lo que está claro es la participación de instituciones estatales y autonómicas, como el Instituto de la Mujer y el Instituto Andaluz de la Mujer (por si no fuera bastante tener uno a escala nacional, también a escala autonómica otro) o el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía. El mecenazgo de cajas de ahorro, bancos y otras entidades tampoco hay que escatimarlo. Sus clientes tendrían que tomar buena nota de ello.
El presupuesto destinado para estas actividades se arranca del erario. A la postre, es de los impuestos de los españoles de donde se saca para costear estas actividades. Y aquí, les da igual que pague el cornudo consentido, que el que no tiene cuernos, la maltratada tanto como el maltratado.
Uno no puede por menos que pensar en aquellos visionarios nazis que formaban la llamada Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte Deutsches Ahnenerbe (Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana). La SS-Ahnenerbe (*) destacó eminentes y menos eminentes antropólogos y arqueólogos al Tíbet, a Tiwanaku, a Escandinavia... Para buscar el origen ancestral de los arios. Las conclusiones "científicas" de aquellos investigadores nazis se traducían a la confección de manuales escolares y universitarios en los cuales el estudiante alemán era adoctrinado en la teoría supremacista pangermánica.
¿Qué diferencia a los agentes y entidades "científicas" de la "ideología de género" fomentada por las administrciones de hoy, de aquellos "científicos" nazis?
Muy sencillo: a los nazis se lo pagaron los alemanes. Y cualquier recuerdo de aquellas peripecias es denostado en bloque, como todo lo que en el III Reich se hizo, mientras que a estas "socialistas-feministas" se lo pagamos nosotros.
NOTA (*): Son muchos los libros que sobre la Ahnenerbe se han escrito, con afán sensacionalista. "El plan maestro. Arqueología fantástica al servicio del régimen nazi", de Heather Pringle, publicado en Debate, puede ser un libro para iniciarse en el asunto. Así presenta la obra el Fnac: "El régimen nazi buscó siempre refrendar sus teorías raciales con pruebas históricas y seudocientíficas. Con ese fin, Heinrich Himmler, uno de los líderes más poderosos del SS, creó Ahnenerbe, un centro de investigación dedicado a comprobar la supremacíade la raza aria. El proyecto reunió una extraña mezcla de aventureros, místicos y respetables profesores que viajaron al Tíbet, al Ártico, a Finlandia o a Iraq en busca de los vestigios de una raza primigenia superior. Una obra reveladora y sorprendente sobre las teorías y ambiciones que justificaron el Holocausto."
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